jueves, 8 de marzo de 2012

CAMINAR, SIN PERDER EL NORTE.





En lo que va de temporada, debo de ser el tío mas felicitado y laureado por parte de mis paisanos sin haber ganado nada. Todo porque desde que me enteré de que Marcelo Bielsa iba a ser el futuro entrenador nuestro, le apoyé a muerte.

Los primeros partidos no estuvimos a la altura que todos esperaban y los partidarios de que siguiera Caparros, salieron al ataque. Por un lado era normal, habían sido cuatro años con el de Utrera, (Al cual estaré eternamente agradecido) y no iba a ser fácil que Bielsa le hiciera olvidar.

Aquel partido contra la Real, en el que veníamos necesitados de una victoria urgente, iba a ser vital. Recuerdo que le vi solo en casa y que lo pasé muy mal, sabía que si perdíamos, le iban a llover palos por todos lados al bueno de Marcelo, así que cuando el árbitro pitó el final, una sensación de quitarme un gran peso de encima me recorrió todo el cuerpo, tenía ganas de llorar, pero no lloré, me venía la imagen a la cabeza después del partido, ver a los jugadores abrazados en mitad del campo, como si ellos también se hubieran quitado el mismo peso de encima que yo.

Salí a la calle y tenía ganas de saltar, de correr, de chillar, pero no lo hice, seguí callado, esperando con impaciencia a que llegara el siguiente partido, estaba ansioso por volver a ver este equipo en el cual había puesto tantas ilusiones y que a día de hoy, sigo manteniendo.

Los amigos que me veían por lo calle me picaban un poco, unos me decían que nos íbamos a acordar de Caparros, otros que a quien habíamos fichado, otros (los menos y a la vez mas ignorantes) que íbamos a pelear por el descenso, también había alguno que me apoyaba en mi fervor por Marcelo, me daban ánimos diciendo que ya se veía jugar mejor al equipo, que con un poco de paciencia, llegaríamos lejos y que podríamos hacer algo bonito.

El día que se confirmó aquello, fue el día del partido contra el Barsa, el día siguiente, amigos Madridistas y amigos Culés, me felicitaban al unísono, todos extrañados al ver lo bien que había jugado el Athletic aquel día, aquello empezaba a carburar, pero seguíamos sin haber hecho nada. Yo seguía con ganas de correr, de chillar, de saltar, pero sin embargo me estuve quieto.

Jugamos la semifinal de copa contra el Mirandés, equipo que todo el mundo quería que ganara, lógico por otra parte, (recuerdo aquel Numancia que nos hizo aquel año ser un poco Numantinos a todos); pues también les ganamos y encima el partido de vuelta jugando bien, como todos los seguidores de Bielsa esperábamos, ni un ápice de confianza, ni contra el Barsa, ni contra un segunda B y nos plantamos en la final de copa, yo tenía ganas de saltar, de chillar, de correr, de ir puerta por puerta llamando a mis vecinos para decirles que estábamos en la final y sin embargo, yo, no hice nada y me estuve quieto, no habíamos hecho nada.

Llega la convocatoria de la selección española y Vicente del Bosque, se lleva a medio Athletic concentrado, hacia tanto tiempo que no veía a ningún jugador del Athletic jugando con la selección, que no me merecía la pena ver los partidos de España, porque no me vayan a decir los seguidores del Barsa y del Madrid, que ellos ven a la selección porque es España, que no vaya ningún jugador suyo y veras los que ven los partidos esos. Los ven porque juegan jugadores de sus equipos entre otras cosas. Yo, cuando debutó Muniain, tenía ganas de correr, de saltar, de dar voces y sin embargo, me estuve quieto en mi sillón, disfrutando del momento.

Ahora me chirrían los oídos cada vez que escucho que somos el equipo de moda, por un lado es bueno que se nos nombre, pero por otro lado, empiezan los de siempre a desestabilizar el equipo, inventándose fichajes por parte de los dos equipos que todos sabemos, que si uno quiere a Llorente, otro a Javitxu, el otro a Muniain, en fin, los nombres de todo el equipo titular y en eso, no me entran ganas de saltar, ni de correr, ni de chillar, lo único que me apetece es leer las entrevistas a nuestros jugadores, ver que ellos no han perdido el norte por los triunfos, por haber llegado a la final de copa e incluso, por jugar esta noche en el “Teatro de los sueños”, su discurso siempre es el mismo, el que yo daría si tu, periodista oportunista, me vinieras a entrevistar. A la pregunta de si estas en un sueño, o de si te gustaría jugar algún día en un equipo grande, las repuestas serian estas:

“En un sueño estoy cada vez que voy a entrenar a Lezama y cada quince días juego en San Mames”

“En un equipo grande estoy jugando ya, no hay otro equipo más grande en el que poder jugar”

Y yo, al leer estas respuestas o al escucharlas, me dan ganas de saltar, de chillar y de dar voces y lo único que hago es coger a mis hijos, e inculcarlos los mismos valores que mi padre me inculcó a mí, de enseñarles que no hace falta ganarlo todo ni estar todos los días en la televisión, para estar orgullosos de un equipo. Que no hacen falta traer jugadores de la China, cuando en cualquier colegio de cualquier pueblo, los hay mejores. Que en sus respectivos torneos de barrio o de colegios, lo importante es participar, que el ganar no lo es todo y sobre todo los enseño a caminar sin perder el norte, como espero que sigamos todos cuando lleguen de nuevo las victorias, como tantas vinieron hace demasiados años y también supimos celebrarlas.
AUPA ATHLETIC!!!!!!!!!!!!!!!

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