miércoles, 11 de abril de 2012

En memoria de Iñigo.





Y es que no soy capaz de quitarme de la cabeza lo ocurrido, a pesar de la poca información que desde las televisiones de nuestro país llegan hasta nuestra tierra, Extremadura.

Me da rabia que un hecho como el acaecido, no tenga casi ninguna relevancia por parte de todos los medios de comunicación, está claro que a pesar de los años, siguen manipulando todo tipo de informaciones que a ellos no les conviene.
¿Por qué se esconde un hecho tan grave? ¿A quién hay que pedirle responsabilidades? ¿Serán castigados los culpables de dicha muerte?

Podemos comprobar que a pesar de las rivalidades en el mundo del futbol, han sido muchos grupos de aficionados de otros equipos los que han condenado tal suceso y es que pensándolo bien, a cualquiera le puede ocurrir una desgracia como esta, visto como actúan las fuerzas del orden y la brutalidad con la que desempeñan su trabajo; y no solo en el mundo del deporte, en cualquier manifestación de cualquier tipo en la que actúen, van con las mismas intenciones; Intenciones que recuerdan a años pasados y que por lo visto algunos se empeñan en que volvamos a vivir.

Lo que está claro, es que el que lo ha perdido ha sido Iñigo y el dolor solo lo padecerán sus familiares y amigos. Parece mentira pensar donde acabaron con su vida, un lugar en el que más de una vez estuve con mi mujer e hijos y que piensas ahora, que le podía haber ocurrido a cualquiera, visto como actuaron estos “trabajadores”.

Ahora quieren camuflar entre unos y otros, tal actuación, apoyándose en calumnias y mentiras, en tachar a Iñigo de joven radical y conflictivo, como si diciendo esas cosas los agentes del orden estuvieran exentos de toda responsabilidad. Pues no, Iñigo era un seguidor más del Athletic, con 28 años en plena flor de la vida, este año estaba disfrutando como lo estamos haciendo todos con este Athletic, después de haber presenciado en directo el pase a semifinales, no pudo casi celebrarlo, aquella maldita pelota de goma acabó de golpe y porrazo con todas sus ilusiones. Con las ganas de presenciar otra final o quién sabe si en lugar de una, no hubiera podido presenciar dos. Porque este año Iñigo sabía que teníamos equipo para ganar y por eso disfrutaba en directo de los partidos como tantos otros seguidores.

Solo espero que se investigue lo sucedido, que se condene al culpable o a los culpables y que los medios de comunicación hagan su trabajo e informen como es su deber.
A la familia y amigos de Iñigo, un abrazo muy grande y mi total apoyo, aunque no les sirva de mucho, porque la muerte de Iñigo no lo va a arreglar nada ni nadie, pero haciendo justicia, seguramente que esos padres dormirán algún minuto más por las noches, aunque sé que se les harán eternas entre preguntas y lamentos, ¿Por qué a él?

Desde Extremadura, un abrazo y un guiño a Iñigo que desde donde esté seguramente estará diciendo, ¡Aúpa Athletic!


2 comentarios:

  1. Empezando porque ahora ni nunca fui franquista pero esto es mucho peor que la dictadura de Franco
    por donde quiera que lo mires. Yo me pregunto.....¿¿¿¿¿ Y esto es democracia????? ¡¡¡¡Venga ya!!!! que se vayan a tomar por el........estos Hijitos de.......... Un cordial saludo, y que Dios los perdone como los perdono YO.

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